Después de cierta situación algo desagradable ocurrida a una organización amiga quiero escribir este artículo para explicar las razones tras una fianza.
No busco enfrentamientos sino relatar desde la experiencia por qué esta es necesaria.
De forma resumida:
-Un larp posee unos costes fijos ajenos a la organización que han de pagarse previamente (el más claro es el alquiler de la localización) La fianza permite poder realizar el vivo teniendo la seguridad de no perder dinero. Que una cosa es no tener ánimo de lucro y otra ser deficitaria.
-Una fianza supone un lazo económico que liga al participante al larp. Le indica que este vivo es en parte su responsabilidad.
-Una fianza da valor al trabajo de la organización aunque este dinero nunca acabe en sus manos. Vivimos en una sociedad que valora en relación al precio.
-Una fianza asegura que un participante solo renunciará por razones de peso. Sin ella, ¿qué impide cancelar una participación si sale un plan “mejor” y pedir el dinero de vuelta? (a nosotros nos ha pasado)
-Si la fianza se debe devolver, ¿para qué pedirla? La organización bien podría montarlo todo de su bolsillo y pedir el dinero justo antes del evento.
-Una fianza permite ofrecer rebajas al participante substituto en caso de que la renuncia ocurra en el último momento. Puede que ya sea demasiado tarde para aquellos en la lista de espera y solo queden personas con menores recursos económicos.
-Una fianza actúa a forma de buena voluntad. El participante entiende que ha causado una complicación a la organización (mayor cuanto más cercano el vivo) y esta es su forma de colaborar para que el vivo pueda tener mayor presupuesto y calidad.
Se debe devolver la fianza:
-Cuando no se había avisado de su existencia.
-Por cancelación, cambio de fechas o de localización.
Se puede devolver la fianza:
-Cuando la organización quiere. Quizá el vivo queda lejano, tienen suficientes personas en la lista de espera, la razón del participante para no asistir es de peso o este tiene dificultades económicas. Pero el participante ha de entender en todo momento que esto es una concesión de la organización y no debe avasallar o amenazar ni tampoco divulgarlo si deciden devolverle la totalidad del pago.
Estas son mis conclusiones tras unos primeros años como organizador en los que, desde nuestra buena fe, no pedíamos fianza.
¿Cuál es vuestra experiencia?, ¿por qué es o no necesaria una fianza?